Yaska, una cachorrita que había sufrido mucho desde su nacimiento, finalmente encontró la esperanza gracias a la bondad de una organización de rescate. Fue descubierta en un garaje abandonado, sola y desnutrida. Su cuerpo estaba hinchado con gusanos y había perdido un ojo en alguna parte, con pus saliendo de la cuenca del ojo. Su condición de la piel era severa, con parches de calvicie y ácaros de la sarna, dermatitis por pulgas y una infección cutánea bacteriana.
A pesar de todo esto, Yaska se mantuvo alegre y activa. La llevaron al hospital para exámenes y ultrasonido de todo el cuerpo, y luego de descubrir su condición, comenzó el tratamiento. Le quitaron el ojo y la trataron por ácaros de la sarna, dermatitis por pulgas y una infección bacteriana de la piel. el tratamiento tomó tiempo pero fue necesario para curarla.
la organización de rescate le proporcionó todo lo que necesitaba, incluyendo baño, frotamiento y gotas para tratar su piel y limpieza diaria con una solución de clorhexidina. Después de solo dos semanas, los resultados fueron excelentes y ya no le picaba ni se desgarraba. Estaba cubierta de cerdas y pelusas frescas, y su pelaje creció rápidamente.
Yaska ahora vivía en una casa de acogida donde la colmaban de amor y afecto. Su ojo necesitaba ser removido por completo, pero debido a su pequeño tamaño, la anestesia no era una opción. Tendría que esperar seis meses antes de que los restos de su ojo pudieran ser removidos y cosidos.
A pesar de todas las dificultades que había soportado, Yaska finalmente encontró el amor incondicional que se merecía. Ahora era una perra completamente encantadora, e incluso sin un ojo, era hermosa tanto por dentro como por fuera. Tenía un futuro brillante por delante, gracias a la dedicación de sus cuidadores y la resiliencia que había demostrado a lo largo de su difícil comienzo de vida.
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